Churima Ceive

Las redes sociales nos facilitan muchas cosas, pero pueden convertirse en una adicción. Ilazki reflexiona sobre el abuso del móvil y las nuevas tecnologías.

Plano de situación: un comedor de un restaurante cualquiera a las 14:00 de la tarde. Dos mujeres jóvenes, cada una en una mesa. Y, ¡cómo no!, los smartphones en sus manos. Una pide el postre mientras whatsappea, la otra come el segundo plato sin dejar de mirar y escribir en el móvil. Y mientras tanto, yo, fijándome en los cuadros de las paredes y pensando en qué pedir para comer. ¿Seré rara por tener el móvil en el bolso y no en la mano?

Mientras tanto, y entre los vivos colores de los cuadros, me he parado a reflexionar… ¡Cuánto han cambiado las cosas en pocos años! Ya no podemos esperar a nuestro próximo plato en un bar, al autobús, a un amigo o amiga, sin mirar el móvil. Parece que fijarnos en lo que nos rodea y disfrutarlo, ya no es suficiente. Preferimos estar online, aunque… ¿Eso es estar online? ¿Estar más atentas a lo que ocurre al otro lado de la pantalla que a lo que tenemos delante?

Tengo la sensación de que nos tienen que obligar a estar sin cobertura para desconectar de tantas notificaciones y mensajes y centrarnos en el momento, ese del que tanto alardeamos en las redes sociales y que tan poco vivimos. A más de una amiga le he escuchado decir he estado unos días sin whatsapp porque tenía problemas con la configuración, y no sabes qué tranquila he estado. ¿Y por qué no somos nosotras las que decimos, hoy a la tarde no miro el móvil… o el fin de semana lo desconecto? No tendría que ser necesario que un factor externo nos obligara a tomar esa actitud; lo más sano sería que nosotras pusiéramos los límites. ¿Es necesario estar todo el día conectada? No creo que pase nada si nos mandan una foto en Facebook y no le damos al me gusta en dos días… O quizás sí.

La expectativa de que siempre debemos estar disponibles para nuestros jefes, compañeros y compañeras y familiares constituye un verdadero obstáculo a la hora de intentar reservarnos ratos de intimidad, comenta el escritor Lesley M. M. Blume a The Times. Totalmente de acuerdo señor Lesley.

Me parece interesante seguir investigando y avanzando en la comunicación, nuevas tecnologías y aparatos novedosos que nos ayuden a mejorar la calidad de vida; pero, a su vez, es imprescindible comprender dónde está el límite antes de dejarnos llevar por lo cibernético para dejar de vivir lo real. Me parece importante marcar, por un lado, los momentos para revisar correos, tuits, notificaciones de Facebook, pines del Pinterest, etcétera; y por otro, el tiempo para disfrutar de la compañía de nuestra gente, de la lectura, de nuestra casa, sin que nos moleste el móvil o el ordenador. Creo que los dos aspectos son compatibles si los sabemos entender de manera consciente y coherente.

Por ejemplo, antes para sacar fotos, necesitabas tener la cámara; para entrar al correo, el ordenador; y la agenda en papel para tu día a día. Ahora, en cambio, en un mismo aparato lo tenemos todo. ¡Es genial! Un gran avance que, en mi opinión, deja de serlo cuando dejamos de atender en una reunión para responder al mensaje -que podemos responder cuando termine-, o cuando no somos capaces de estar hablando en un bar con alguien sin que nos molesten los pitidos de Whatsapp.

Según la psicóloga Norma Alfino, quien trabaja con adolescentes, comparar la adicción a Internet con otras adicciones funciona como una perfecta metáfora para entender mejor así la problemática. En las adicciones de alcohol o drogas -dice la especialista-, ingresa una sustancia al cuerpo, mientras que con el mundo virtual lo que tenemos es un estímulo. En los dos casos todo tiene que ver con una demanda que no puede ser satisfecha y que invita de esa manera a una conducta compulsiva.

Por otro lado, Kurosh Yatsdi, un psiquiatra austríaco, después de varios años de estudio, aseguró que Twitter y Facebook provocan la misma dependencia que los narcóticos y abandonarlo es más difícil que la cocaína. Fridas, ¿será cierto? Al menos a mí me ha dado qué pensar y espero que a vosotras también. Aún no se conocen las consecuencias que puede tener este boom tecnológico en nuestra salud y en nuestra vida social; pero en un principio, y sin muchos estudios aún, parece ser que los cambios serán más grandes de lo que imaginamos.

Para seguir siendo las dueñas de nuestras vidas, tenemos que seguir cuestionándonos más que nunca lo que nos ocurre y actuar en consecuencia. Las redes sociales están muy bien para hacer planes, hablar con gente que está lejos o cerca, pero, ¿ nos limitamos a eso o nos pasamos el día navegando? Y lo más importante, ¿lo hacemos conscientemente? ¿Es eso lo que queremos o nos agobia estar así? ¿No tendríamos que hacer una selección de lo que queremos leer o ver?

Hay iniciativas como el juego de los teléfonos amontonados, que surgen como una llamada de atención al nivel de dependencia que estamos viviendo hoy en día con los móviles, pero sigo pensando que éstos son juegos, que pueden durar en el tiempo o ser una simple moda. En cambio, si nosotras nos marcamos los tiempos, los límites y las maneras de relacionarnos con el entorno y con nosotras mismas, no necesitaremos este tipo de juegos a la hora de compartir un rato con nuestra gente.
Me gustaría que os quedaseis con el mensaje positivo de que estamos avanzando mucho en redes sociales y nuevas tecnologías y que eso es impresionante e increíble mientras sea beneficioso,  pero no debemos olvidar las relaciones humanas, el tiempo para disfrutar de los paisajes, las compañías y las soledades. Es importante centrarnos en el momento y vivirlo plenamente. Como dice Sartre: Somos lo que elegimos.

Fridas, termino esta locura de redes, móviles y palabras con un vídeo viral que ha dado la vuelta al mundo.

What’s in name? So here is an animated GIF map of girls’ baby name in American history, from 1960 to the present day, via info provided by the Social Security Administration. Sadly, the girl’s name that I would ever pick if I had a baby — “Illyana” — did not make the cut.

The gif was made for Jezebel by Deadspin editor Reuben Fischer-Baum; it shows the most popular name for each year, as well as the most popular name for every state, rendered in lovely pastel-ish shades that would be appropriate for decorating your spare nursery room, should you ever be inclined to stop being a millennial pointless skinny-jeans-hipster thingy, in favor of becoming a Mommy or Daddy thingy.

So only two names ever end up dominating the entire United States. Before viewing the map, can you guess what they are? Go ahead and view the map now:

…Yes, the proletarian “Lisa” dominated the U.S. in the Sixties, despite not being a very Sixties-ish name. And then “Jennifer” dominates the entire fucking 70s and 80s, which I can confirm is what happened, because we had about seventeen girls named Jennifer something or other in my homeroom in elementary school. We had two girls named Jennifer Brown, which meant we had to distinguish them by their middle names: “Is Jennifer Brown at home sick today?” “…Do you mean Jennifer A. Brown, or Jennifer S. Brown?” Which was annoying, to have to do that. And so, fuck you, vast, vile, bland tide of Jennifer, you sweeping red-colored tide that swept our nation for over a decade.

ANY-way. So kudos most go out to the random weird states of Idaho, New Mexico, and Wisconsin, who sometimes manage to buck national trends, and choose odd unlovely names like “Lori,” “Taylor,” “Alyssa,” and “Samantha.” Also, slightly lesser kudos go to the state of West Virginia, which keeps trying to make “Brittany” a name that is not just for white-trash motor-home bucktoothed girls anymore! But of course they fail, because, West Virginia.

By the way, if you want to be (ever-so-briefly) on the cutting edge, and pick an actual “trendy” girls’ name, The Huffington Post, as always, has some suggestions for you. The Huff Po suggests…

1. “Fierce” names — such as “Bear,” “Fox,” “Wolf,” and “Lynx.” Perfect if you want to name your kid after whatever animal is on your faux-vintage ironic T-shirt.
2. “Cowboy” names — and we quote, “Western-sounding names fit for a new generation of ‘lil cowboys: Boone and Bo, Wyatt and Wylie, Cole and Colt, Zane and Shane, and even Maverick.” …What the fuck, Huffington Post?
3. “Adjective” names — “Royal,” “Happy,” “Loving,” and “Sunny.” No goddamn comment.
4. …Also The Huffington Post keeps pushing “Arlo” as a name that is somehow okay and cool. …Nope.

In conclusion, please do not name your kids any of these fucking things. Name your kid “Mary” or something. It was acceptable in 1960, and still acceptable today. On an unrelated note, my research showed that my name, “Oliver,” will be a “trendy” boys’ name by the year 2020. And I am not looking forward to that. At all.

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Texto de Madeleine Lacsko.

Semana passada fiquei, junto com milhares de pessoas, chocada com a foto que estampou a capa do jornal mexicano La Razón. Uma mulher, de cócoras, ainda ligada pelo cordão umbilical ao bebê que pariu no gramado do hospital, depois de implorar atendimento por duas horas. Isso me remeteu ao medo que sentimos durante a gravidez ao perceber que o parto é, mesmo que inconscientemente, um processo pelo qual tradicionalmente se pune a mulher por ter feito sexo.

Capa do jornal mexicano “La Razón”.

Existem inúmeras pesquisas sérias sobre violência no parto. A Pública publicou uma longa reportagem sobre violência obstétrica, relatando que a frase “na hora de fazer não gritou” é mais corriqueira do que se poderia aceitar. Eu fui atendida em dois países diferentes durante a gravidez, Angola e Brasil. Ao contrário do que imaginava, a volta para casa me ensinou que esse processo aqui é como tomar um soco na cara diariamente.

O ponto central é que confunde-se o acompanhamento da gravidez com pós-operatório de lobotomia. A não ser naqueles casos em que a mulher tem uma sorte absurda com o profissional de saúde que a atende, geralmente, somos tratadas como absolutamente mal informadas sobre tudo e incapazes de decidir sobre qualquer tipo de detalhe tanto na rede pública, quanto nos melhores — ou mais caros — hospitais da rede privada.

Sou jornalista, mas trabalhei no Unicef em Angola com atenção à saúde infantil, em conjunto com equipes da Organização Mundial da Saúde (OMS). Fiz os maiores esforços para me informar e cumprir todos os procedimentos necessários no acompanhamento de saúde e meus direitos na hora do parto. Ao chegar aqui, descobri que isso vale muito pouco ou quase nada. Eu era uma mulher grávida e, por isso, era tratada como absolutamente incompetente.

Tinha um plano de parto que não deu certo e iniciei uma peregrinação por um grande número de hospitais da rede pública, nos quais, com uma única e honrosa exceção, fui tratada como uma irresponsável por fatos como: “não ter a caderneta padrão da gestante” ou “não ter o exame da semana tal preenchido em computador”. Com a maior cara-de-pau, profissionais inventavam desculpas para não fazer esforço de ler os exames e a caderneta que seguiam padrões internacionais da OMS, mas não tinham as coisas no mesmo ponto da página, nem as mesmas figurinhas preenchidas. Na rede privada era a mesma coisa.

O pior era o absoluto desdém por direitos garantidos internacionalmente e que, dizia a lenda, eram garantidos no Brasil. Há 10 direitos que a OMS estabelece como universais. Fora os de receber informação, os outros são uma peça de ficção nesse sistema punitivo que foi estabelecido por aqui. Mesmo depois de lutar muito, fui pega de surpresa com o desrespeito repentino e não avisado ao 10º direito, que era importantíssimo para mim: “Ficar junto ao seu bebê em todos os momentos após o parto”.

Em 2011, um mês antes do nascimento de meu filho, foi promulgada a lei que garante a presença de acompanhante na sala de parto, forma pela qual me livrei de ter que pagar um extra por isso, prática que havia se tornado comum nos hospitais particulares. Na rede pública, muitos alegavam que a presença do acompanhante não era possível por questão de espaço. O caso é que tudo isso era feito como se eu estivesse exigindo algo totalmente inadequado, não o cumprimento de um direito largamente conhecido pelos profissionais de saúde.

O que me corroía não era apenas a negativa de direito, era a diferença absurda nas explicações que eu tinha quando cobrei o assunto, como repórter e como gestante. Para a repórter tudo era fundamentado, cheio de ressalvas, com admissão da falta e culpando a falta de estrutura. Já para a gestante diziam que eu estava mal informada, alguns hospitais permitem acompanhante, muitos médicos recomendam mas não é um direito, por isso era permitido cobrar, inclusive.

A pior experiência foi quando me explicaram a questão do alívio da dor no parto normal. Em alguns hospitais não havia essa alternativa e, diante da minha indignação, ouvi uma vez: “deveria ter pensado antes de fazer, né?”. Naqueles que tinham a opção, principalmente na rede privada, diziam que eu não havia sido bem informada sobre poder optar pelo método, por se tratar de algo consagrado e padrão na medicina. Na verdade, a rede privada segue muito menos que a rede pública os procedimentos recomendados pela OMS. A ordem é cesariana e as pessoas se perdem quando alguém foge desse padrão.

Assim como todas as mulheres, já sofri preconceito em outras ocasiões. Também já fui internada outras vezes. Não falo aqui do machismo padrão, nem dos outros problemas do nosso sistema de saúde. A questão é cultural: grávida é praticamente inimputável aos olhos da sociedade. A opinião da gestante só é respeitada em 3 casos: ela é briguenta demais e dá trabalho; o marido corrobora com veemência; ou o profissional de saúde pensa da mesma forma.

Já li que em cidades pequenas os problemas nessa área não são tão grandes, porque as pessoas se conhecem. Não estão lidando apenas com uma grávida, que precisa ser punida para aprender o preço de uma relação sexual, estão lidando com a dona Fulana, que já tinha algum tipo de relação com aqueles profissionais de saúde. Talvez seja verdade, essas experiências que conto passei quase todas na cidade de São Paulo.

Por essas grandes coincidências da vida, no mesmo dia em que vi a foto da mulher e do bebê no gramado do hospital mexicano, soube que uma amiga querida, a vereadora Patrícia Bezerra, está firme e forte com o Projeto de Lei 01-00027/2013, que transforma em Lei todos os detalhes do parto humanizado na cidade de São Paulo. Na justificativa ela agradece o grupo Amigas do Parto, que há muito tempo briga pela causa.

Pode ser melancólico ter que colocar ali, na Lei, todos os detalhes dos direitos que já temos para que as mulheres finalmente sejam ouvidas quando fazem cobranças durante a gravidez. Mas, o importante, além da possibilidade de garantir que os direitos sejam cumpridos, é fazer com que sejam conhecidos e que se tente superar essa cultura de um padrão imposto pela prática de desrespeitar a opinião das grávidas. Talvez eu seja otimista mas está surgindo gente que se importa e, quem sabe, a ideia se espalhe por aí.

Texto de Laura Schichvarger. 

Quer ver como mágica existe? Vou te provar.

Pensa naquele desgraçado que te fechou no trânsito. Ou naquela vizinha insuportável. Enfim, qualquer pessoa que te irrita. Agora pensa como é gostoso xingá-la, mesmo que a pessoa não ouça.

Que alívio após chamar aquela pessoa de: “Sua vaca”, “Seu cuzão”, “Vai tomar no seu cu, filho da puta”. Uau, já me sinto mais leve. Xingar é que nem ir ao banheiro depois do almoço. É uma função excretora verbal. Acredito mesmo que, quando a vontade se faz, é melhor xingar ao léu do que enfezar-se (embora muitos sofram de prisão de ventre verbal).

Parece normal que quase todos os palavrões em português refiram-se a atividades ligadas ao sexo (o que inclui “viado”, “corno” e partes do corpo: “caralho”, “boceta”) ou a funções corporais (“merda”, “porra”, “cagar”, etc). E tudo o que parece normal é invisível (calma, você já vai ver onde quero chegar).

Foto de Ana C. Nemes no Flickr em CC, alguns direitos reservados.

Por que não sentimos tamanho alívio gritando, por exemplo, “berinjela” ou, sei lá, “catapora”? Oras, porque tudo bem uma berinjela. Olha que lustrosa, que cor profunda, que suculência. Mas um caralho? Uma boceta? E veja bem, é caralho, não pênis, que pertence ao contexto médico e suas luvas de látex. Pênis cheira a desinfetante. Ou alguém grita “pênis!!!” quando prende o dedo na porta?

Os caralhos e as bocetas estão por aí, entre as pernas de cada pessoa que você cruza na rua, mas estão todos bem escondidos sob camadas de pano. Exibir o caralho ou a boceta em público é crime de atentado ao pudor. Xingar também é crime, mas se você não tiver status de autoridade dificilmente conseguirá punir alguém que te xingou pelas vias da lei.

E, falando em lei, podemos estabelecer uma já: quanto mais proibida é a coisa a ser nomeada, mais nomes ela tem. Os órgãos sexuais, a cachaça e o diabo que o digam, campeões do subterfúgio. O exemplo do diabo é bastante elucidativo: proferir o seu nome era chamá-lo. O nome é a chave que abre os portais infernais.

A mágica também funciona assim: basta uma palavra (e não qualquer uma — é preciso saber a palavra mágica) e uma coisa se transforma em outra. E se você acha que mágica não existe, o que faz o juiz (ou o padre) ao declarar dois seres “marido e mulher”? Ou o policial ao dar “voz de prisão”? Ou você ao seu chefe, ao dizer “me demito”? Mágica existe. E ela é feita de palavras que são, em si, ações.

Agora que provei que mágica existe, vou explicar porque comecei a falar disso.

Tudo bem certos xingamentos entre adultos, assim como tudo bem em balançar o balangandã pelado entre as quatro paredes do lar. Entre amigos, xingar é quase um atestado de intimidade: “ô seu viado, quando a gente vai beber aquela cerveja?”. Mesmo as palavras ditas durante o sexo (assunto que merece per se um texto inteiro) é um caminhar na navalha entre o fofinho e a excrescência. Em suma, o falar sacana consiste geralmente em descrições do ato realizado no momento ou a ser realizado em breve. Como a arte se mostra bem cabeluda na prática (depilação é para os fracos), uma técnica bastante utilizada consiste no recurso dos palavrões atenuados por um diminutivo: “vira essa bocetinha pra cá”, “me dá esse cuzinho”.

Mas, mesmo a intimidade tem seus limites. Em um episódio do seriado americano Sex and the City, a personagem Charlotte, a mais certinha das quatro protagonistas, começa a sair com um cara lindo, simpático, fofo, etc… mas que só conseguia gozar se gritasse “SUA PUTA”, o que a deixava bem intrigada.

Isso porque, ao chamar uma mulher de “puta”, especialmente na hora do sexo, cruza-se uma fronteira: é como se dissesse “sua função aqui é me satisfazer, o seu desejo não me interessa”. Sim, com uma só palavra é possível transformar uma relação de igual para igual em uma relação de poder. Mas isso tudo só acontece porque a palavra “puta”, em português, é também um xingamento. O efeito não seria o mesmo se o namorado da Charlotte gritasse “mulher da vida!”. Na palavra “puta” existe o proibido, e com ele o desejo reprimido (nada é proibido por acaso). Aquele que grita “puta” para gozar é como aquele que grita “socorro” enquanto se afoga — tem medo de se perder, despossuído pelas vias do próprio desejo.

Gabriela Leite. Foto: divulgação.

É por isso que meu olho brilhou quando vi aquela senhora empunhar o microfone em uma palestra e dizer algo mais ou menos assim: “há muitos nomes para a nossa profissão. Mulher da vida, acompanhante, prostituta, meretriz… mas o que eu mais gosto, mesmo, é puta”. O nome dela é Gabriela Leite, autora do livro “Filha, mãe, avó e puta”, militante pelos direitos das putas e que faleceu no início desse mês. Lutava pelo reconhecimento da profissão, com direito a tratamento digno e aposentadoria. Aquela mulher pega essa palavra, um xingamento, e a transforma em orgulho. O mesmo aconteceu com “vadia” e a Marcha das Vadias.

[+] Puta de respeito – Entrevista com Gabriela Leite.

Tudo isso me veio em mente enquanto eu xeretava um site que é uma aula de antropologia, o GPguia, um fórum de clientes de profissionais do sexo. Entre os muitos elogios e críticas, um me chamou a atenção: “a garota é linda, mas tem cara de puta”. Rapaz, uma bóia salva-vidas pra você.

Laura Schichvarger.

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Laura Schichvarger tem 31 anos, nasceu e mora em São Paulo, é tradutora e mãe. Deformou-se em jornalismo, reformou-se em letras na Sorbonne Nouvelle e estudou artes e linguagem na École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) em Paris. Twitter.

De Project Unbreakable de Grace Brown, una plataforma en línea que se esfuerza por “hacer conciencia acerca de los temas relacionados con el asalto sexual.” Aquí ponemos las citas de 26 hombres víctimas de violación.

Estar soltera, dicen, que es una mierda, tan mierda como pagar impuestos o que tu novio se vaya con otra, mierdas del día a día que tienes que asumir para seguir viviendo como un ser humano con una personalidad socialmente viable.

A mí me gusta mucho estar soltera y sin compromiso pero luego me equivoco un par de veces al año, empiezo a salir con asiduidad con chicos que ni siquiera me gustaban y que luego me rompen el corazón y me pongo a teclear e insultar en mi blog como una neurótica con el corazón roto y con sed de sangre y venganza.

Estos días todo está yendo bien, estoy comiendo bastante bien (creo que estoy aprendiendo a cocinar pero no quiero cantar victoria, de momento), voy a la piscina siete u ocho veces por semana y estoy descartando muchos planes relacionados con el alcohol y el sexo. Estoy intentando sobrevivir al otoño y sumergirme en el invierno con valentía, pretendiendo una seguridad de la que carezco.

Ahora, un desvío turístico.

Estando soltera follas más que con pareja, sí, me gusta crear verdades universales a partir de mis estúpidos pensamientos (que luego cambiaré de opinión, por supuesto, y en tres o cuatro días estaré llorando en mi sofá por mi falta de sincronización social, sexual y mental con los intereses del sexo masculino), a lo mejor no follas más pero follas mejor y el camino que se recorre del whatsapp a la cama es LARGO Y DIVERTIDO. A mí, personalmente, me parece más divertido coquetear que consumar.

No quiero dar ejemplos basados en situaciones que he vivido porque no los tengo pero “me han dicho” que hay hombres que te los puedes llevar a la cama una noche y que te hacen el amor con la misma ilusión que le pondrían a una cópula con Sasha Grey y que después te dan mimos, te acarician Y PRETENDEN QUEDARSE DORMIDOS ABRAZADOS A TI. A mí “me han dicho” que de esos hay muchos y aparecen como setas cuando menos te lo esperas, cuando menos cariño y más gimnasia quieres, y que se largan, desaparecen en cuanto dices, eh, ¿dónde están mis abracitos? porque se los están dando a su novia.

Ah, el título. ¿Cuál es la ración de mimos legal obsequiable en la primera (y probablemente última) noche de sexo? Respuesta: cero coma cero por ciento.

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Según las estimaciones, el diagnóstico temprano del VIH evita que esta enfermedad se transmita a otras tres personas y, además, va unido a un tratamiento efectivo para el paciente. Por ello, la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (CESIDA) ha mostrado su preocupación por la "barrera" que imponen las administraciones públicas a la hora de abordar acciones de prevención. Se trata de un obstáculo económico que las 87 entidades que conforman la coordinadora llevan sorteando desde 2011 y que, según ha destacado su director, Toni Poveda, se mantendrá durante este año.

En concreto, en 2011, el Ministerio de Sanidad empleó un total de 14.863.000 euros en la lucha contra el VIH. De esta cantidad, 4,8 millones se destinaron a las comunidades autónomas para que pusieran en marcha sus propios programas de prevención y control. Otros 4,5 millones fueron a parar a las ONG que trabajan en prevención. En 2012, el gasto total fue de 3,5 millones de euros. Una reducción del 76,45%, que trajo consigo el fin de las aportaciones a las comunidades y la reducción de las subvenciones a las organizaciones, que recibieron en total un millón de euros.

Y este año "se continúa con la política de que no hay ni un euro para las comunidades y se mantiene el presupuesto para las organizaciones", ha resaltado Poveda durante la presentación de la campaña en prevención del VIH: 'Prueva se escribe con V de vida'. Además, el jefe de CESIDA ha denunciado la eliminación el pasado año de los convenios con el Consejo de la Juventud e Instituciones Penitenciarias, que tampoco se firmarán este año.

Pese al recorte presupuestario, las entidades han conseguido que "la atención a los usuarios siga adelante", aunque se haya visto afectada "la calidad de los servicios que se ofrecen", ha reconocido Poveda. Así, ha explicado que determinados centros han tenido que trasladar sus sedes y que, de los 35 que realizan las pruebas rápidas de diagnóstico, varios se han visto obligados a reducir los días de atención a los ciudadanos.

Prueba sí, tratamiento no

El decreto sanitario de la ministra Mato tampoco está poniendo las cosas fáciles en materia de prevención del VIH. Según ha reconocido Jorge del Romero, director del Centro Sandoval y vicepresidente de la Fundación para la Formación e Información sobre tratamientos en el ámbito del VIH, "el acceso al tratamiento es casi imposible para una persona inmigrante sin tarjeta sanitaria". Lo que propicia que estas personas no se hagan las pruebas que las entidades realizan de forma gratuita. "¿Para qué? Es muy bonito promover la prueba, pero si un inmigrante sin papeles tiene la enfermedad, ¿qué haces?", se pregunta el especialista.

Aunque se calcula que cada año se contagian unas 4.000 personas, en el último año se han diagnosticado 2.907 nuevos casos de VIH. De ellos, el 38% son personas de otros países que, según ha resaltado Del Romero, "en su mayor parte se han infectado en España".

Además, el director del Centro Sandoval ha alertado de que la edad de los nuevos diagnosticados está descendiendo. Tanto es así que en su centro, ocho de cada diez son jóvenes. Según los datos totales, más del 50% de las personas que han sido diagnosticadas en el último año tienen menos de 35 años.

En total, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas con esta enfermedad y, de ellas, un 30% lo desconocen. Es decir, entre 36.000 y 46.000 personas tienen VIH y no lo saben. Esta situación es especialmente alarmante, ya que se calcula que son los responsables de la mitad de las nuevas infecciones. Además, y en palabras de Jorge del Romero, "un diagnóstico precoz es positivo mirando al futuro, porque va unido a un tratamiento efectivo y poco tóxico que permite llevar una vida normal y reduce la carga viral casi a cero, lo que hace que nunca se desarrolle sida".

O local que A Revira ten en Pontevedra amenceu esta fin de semana con pintadas en que se podía ler "Galicia es España".

Xoana, Raquel, Miguel e Julio son as almas de Cestola na Cachola, un colectivo constituído en cooperativa de traballo asociado que mestura arte, ecoloxía e acción social. 

O domingo 17 de novembro realizarase o roteiro polo Río Castro e Serra do Forgoselo.

Galicia dispón dunha riqueza natural, cultural e paisaxística só comparable ás barbaridades que tristemente tamén podemos atopar con certa facilidade: encoros, explotacións mineiras, etc. Co doble obxectivo de coñecer o noso territorio e denunciar moitas das desfeitas que están a degradalo, Verdegaia pon en marcha unha nova edición, a sexta, do seu programa “Vai de roteiros!”.

Deste xeito, o vindeiro domingo 17 de novembro, Verdegaia organizará un roteiro pola Serra do Forgoselo-Río Castro (LIC Xuvia-Castro) coa colaboración da Fundaçom Artábria. Quedaremos ás 10:00 h. na escalinata de correos en Ferrol para coller o bus que nos traerá de volta ó mesmo punto en torno ás 20 h. Outros datos do roteiro son os seguintes:

Velaí as esperanzas de Occidente

Se xa o dixen noutro lado, volvo repetilo aquí, que non pasa nada. Francisco é o Obama da curia. A expresión da súa alma contrita -toda a vergoña que sente, a compaixón que proclama- é o novo Yes We Can. É sorprendente a adhesión e o entusiasmo que xera ese discurso papal, sobre todo nas hostes laicas e afastadas da práctica relixiosa que integran o meu contexto virtual e real. Moi maliño está o asunto cando calquera palabra é quen de nos abrigar ou confortar. Iso, supoño, é unha proba do desprovistas e desprovistos que andamos. En bolas case. Nus. Coma as Femen, máis ou menos.

Venme á cabeza aquel clip da campaña presidencial, en branco e negro, en brancos e negros mellor dito.  O rapeiro Will.i.am. botándolle flow e emoción ao discurso de Obama. Yes-We-Can. Pódese si.. Actrices e actores, cantantes, xente da televisión, modelos… Todas guapas e todos guapos oficiais. Calquera frase ben intencionada que solte Scarlett Johansson, vestida cun cardigan de Prada, debería valer. É difícil non empatizar se Amber Valetta fala do soño dunha nación, cun neno no seu colo. Tamén nese vídeo Sam Page pronuncia a palabra HOPE e fai que un acredite na esperanza, ipso facto. Subestimar o poder da imaxe, desbotar o fascinio dese tipo de iconas é non vivir neste tempo noso. Ás veces advirto no noso contexto político, no de aquí, un certo desprezo polo codia dos feitos, pola posta en escena. Ao fin e ao cabo, o que importa é o discurso, estamos de acordo. Pero pensar que as formas nas que se envolve importan menos, crer que o significado é superior ao significante, é case tan absurdo como demonizar os móbiles e as redes sociais, polo xeito no que mudaron o vello sistema das relacións humanas. A nostalxia do pasado será inevitábel, ok, pero non é un argumento válido ou polo menos non é útil se de estratexia (política) se fala.

Sam Page. YES-WE-CAN

Anque non me creo eu ninguén para xulgar a súa loita nin as súas accións, cando algo ocorre con Femen, abrollan en min sentimentos contraditorios. Non son unha muller rusa e iso -falo absolutamente en serio- mediatiza, coarta e limita a miña visión e interpretación do fenómeno. Tento comprender si o que acontece cando esas tácticas de loita se transplantan a unha contorna máis próxima e coñecida para min, vivencial e socialmente, como foi este día o Congreso dos Deputados en Madrid. Mirei a performance das tres activistas, o lema tatuado no seu torso: “Aborto es sagrado”. Creo que entendo cal é a intencionalidade da proclama. Subvertir os dogmas católicos que impulsan este retroceso legal tan indigno, alentado polas hordas opusianas de Gallardón, e respaldado polo Papa, no dereito das mulleres a decidiren sobre o seu corpo. Non podo concordar máis con elas, na súa intención, se ben non creo nos dereitos sagrados e o aborto é un dereito, hoxe ameazado. Sonche máis de laicizar (e non como excusa cínica para punir o islamismo, como fan na civilizada Francia), que de sacralizar. O que sexa, un dereito, a linguaxe, as normativas ortográficas, as condutas humanas, sexuais… Nunca diría, nin con afán de putear os señores da Conferencia Episcopal, “o matrimonio gay é sagrado”, porque non o é. É civil, universal e restablece unha igualdade das persoas perante a lei. Os ritos relixiosos, de calquera relixión, non me competen nin quero que me afecten.

“Aborto es sagrado”

O nu tamén provoca en min dúbidas, dúbidas que só expreso aquí na medida en que son persoais. Obviamente estamos a falar dun nu estético, segundo o canon patriarcal e occidental deste tempo noso. Sempre o é no caso das Femen, ignoro a razón, quizais pola mocidade das súas representantes. No hemiciclo español esas tetas ao vento semellan extraídas dun lenzo neoclásico. Pero (e aí van as miñas dúbidas):

É un xesto provocador? Depende para quen, anque resulta sorprendente a cantidade de debates, réplicas e contrarréplicas que suscita no seo do pensamento feminista a exhibición duns peitos, proba quizais de que a asunción do propio corpo, nas esferas públicas, allea á publicidade ou á expresión artística, aínda é unha tarefa pendente de reflexión.

Remove as conciencias? Non, vestidas ou núas, as dos que non teñen conciencia nin afán de removela, como é o caso dos deputados populares.

Incomódaos? A algúns si, a algunhas si, fainos rabear, e a outros non, polo contrario, séntense compracidos ou rin con suficiencia. Poida que un corpo vello, desfigurado, o dunha muller moi maior si incomodara, si resultara agresivo, si lograra o que elas, as Femen, non logran totalmente. De feito a vellez -superados e banalizados os tabús relacionados coa morte e o sexo- é, ao meu parecer, a última fronteira, a última transgresión que pervive.

Fuck your morals!

Ten algún rédito esa visibilidade física? En parte creo que si, alomenos moita xente pode percibir o episodio do Congreso coma unha lufada de incorreción antirrepresiva, nun contexto a cada volta máis represivo: o do Estado, o dos lexisladores, a política e a alongada man do Opus Dei e a Igrexa Católica nesas bancadas.

Tería o mesmo valor esa acción de protesta se o lema se debuxara nunha camisola? Ao meu ver si, pero amosar os seos asegura repercusión mediática e minutos de televisión, grazas, paradoxalmente, a que é esa ollada masculina e represora, a que o propio nu quere denunciar, a que lle fará SEMPRE oco nun telexornal ou na primeira páxina dun periódico ás tetas dunha muller nova e guapa, diga o que diga a súa portadora.

Significa iso que se deben tapar? Non o creo. É unha expresión de liberdade individual, ou colectiva, como outra calquera. As mulleres non deben depender en ningún sentido da ollada masculina nin son responsábeis das leituras que ningún home faga sobre o seu corpo. Ocorre que, neste caso, son elas as que propician esa representación e por aí acho que vén a polémica.

E xa paro coas preguntas:

É transgresor o nu das Femen? Aquí e entre nós eu creo que non. A miña sensación é moi similar á que experimento ao paso das carrozas do Orgullo Gay. Corpos musculados e alados, na éxtase do baile. Proclaman a súa fachenda e iso está ben. Celebrar o corpo está ben, reivindicar os dereitos e o amor de cada un é obrigado, máis aínda cando a homofobia -igual que o machismo- aniñan hoxe en calquera parte e son un perigo real. A homofobia e o machismo matan. Cómpre combatelos, con alegría tamén. Pero aínda que eu poida participar moi orgullosamente nese paso de semana laica, aínda que tire a roupa para reclamar os meus dereitos -non se dará o caso, tranquilos- sei que a transgresión real non habita aí, nesa performance. Que o día despois das tetas ao vento terei que vestir outra vez a camisa e pelexar polo que roucos, sormarías e gallardones -excrecencias dese estado nacional-católico que aínda padecemos- nos queren graciosamente arrebatar.

Pois iso

Hora de saída: 10:00 h na escalinata de Correos en Ferrol para coller o bus
Hora de regreso: 20:00 h.
Distancia: 16,5 km
Concellos: A Capela, As Pontes e San Sadurniño
Dificultade: media-baixa
Prezo: 5 € soci@s, 7 € non soci@s.
Comida e bebida: cadaquén levará a súa
Roupa cómoda, calzado recomendado bota de montaña ou trekking, bastón

Você pode comprar Universo Desconstruído clicando aqui e fazer o download gratuito aqui. É um livro nacional (!!!) feminista (!!!) de ficção científica (!!!) com dez autores que, em seus contos, trazem visibilidade para questões de gênero, cor e sexualidade. 

A coletânea foi lançada ontem, 25/09, e eu não consegui parar de ler. Acho que que vale muito a pena, então deixo aqui a recomendação.

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Feminista Cansada: Obrigada pela dica! Vou ver!

Una mirada voyeur sobre nuestros momentos más intensos.

Sinceramente, nunca entendí el falso estereotipo creado en referencia a la erótica y la sexualidad.

No se puede permitir la negación de la naturalidad que es la parte más animal que nos compone, sería negar el propio instinto.

La realidad de la erótica es pasional, profunda y ante todo humana, está llena de una perfección que no puede ni debe medirse en una insustancial cuestión estética. Es por ello que a veces es tan intensa que nos asusta, nos aturde, y nos convierte en voyeurs de nuestra propia sexualidad.

Inguz Mentti

Hey ente, llegaré a Tijuana este jueves para comenzar una serie de actividades.

Para el taller de eyaculación aún quedan plazas, no muchas, pero quedan. Si alguien no puede pagarlo que me escriba a pornoterrorimo@gmail.com y vemos de hacer un intercambio o algo, ya veremos, pero todo es negociable, viva la flexibilidad!

Y la presentación del libro, mi recién nacido hijito mexicano, en la que finalmente no podremos contar con la estupenda presencia de mi editor, Pablo Rojas, pero sí con la de Sayak Valencia. Además cocinaré tapitas españolas y finalizaremos el evento con un recital de mi poesía más guarra. No se lo pierdan y AYUDEN CON LA DIFUSIÓN!!!

Hace unas semanas asistí a un evento de moda como enviada especial de Norma Jean Magazine. ¡Evento de moda! Sí, esos lugares donde todo el mundo se viste como si fuera a una boda, dónde también suele haber comida-bebida gratis y, last but not least, dan regalos al final para que los asistentes escriban un post alabando a la marca. Entonces, la presentación del nuevo spot publicitario de Jean Paul Gaultier fue un evento en toda regla. Comí y bebí gratis, check. Me dieron regalos a la salida, check. Yo salía de mis 7 horas de prácticas no remuneradas pero el resto de gente iba de boda, check. Eso sí, no puedo escribir un post de alabanzas, porque aunque Gaultier me encanta,  sus perfumes me horrorizan, me parecen incluso algo poligoneros. Así que me dispongo a hablar de algo, a mi entender, más interesante.  Jean Paul Gaultier, abanderado de la transgresión de género,  a través de sus anuncios de perfumes. Pasen y vean.

Para quienes no conozcan la trayectoria de Gaultier, les pongo en antecedentes. Jean Paul Gaultier: diseñador francés homosexual nacido en un suburbio de París. Nunca recibió educación formal de moda. Aprendió  el oficio en el taller de Pierre Cardin y se ganó el mote de enfant terrible de la moda por sus colecciones inspiradas en la calle y de alto contenido sexual. La transgresión del concepto de género se convirtió en su carta de presentación. Con todo este bagaje supuestamente a nuestras espaldas, los asistentes al evento tuvimos el privilegio de ver la nueva campaña publicitaria antes de su emisión en televisión. ¿Resultado? En mi caso, decepción.

La próxima campaña de los perfumes Le Male y Classique, perfumes insignia de Gaultier, trae de vuelta al marinero y a la chica del corsé. El rudo marinero se convierte en un Ulises moderno que ha estado surcando los siete mares durante meses. Esperando en su habitación , está la nueva Penélope apretándose las ataduras. El buque del marinero llega al puerto de Barcelona y sube por la Via Laietana llevándose todo a su paso hasta llegar al balcón de la amada. ¿Alguien más está pensando en Julieta o Rapunzel? La transgresión de este anuncio se limita a que, una vez llegado el chico, la Classique lo agarra fuertemente y lo lleva hacia ella para besarle. Jean Paul, querido, quién te ha visto y quién te ve.

Echemos la vista atrás en un recorrido por anteriores spots hasta llegar al primer beso de Le Male y la Classique. Supongo que la campaña precedente a esta estará en mente de todos. Esos anuncios que retrataban el día después del rollito de una noche. Esa clásica escena de levantarse en cama ajena, coger las pertenencias y retirarse sigilosamente. Gaultier nunca asignó este comportamiento a uno de los dos géneros creando dos spots idénticos, en los que tanto hombre como mujer tenían libertad para disfrutar de su sexualidad y marcharse tan campantes.

Unos años antes, el anuncio de 2002, tenía más chicha aún. Marinero muy afeminado entra en un bar ostensiblemente gay repleto de otros marineros que se giran a su paso. Es una chica vestida de chico la que va a buscar a un Bello Durmiente muy femenino recostado en un sofá y al que despierta con un beso. Los dos son masculinos y femeninos a la vez sin importar la piel que habitan. ¿Vamos viendo la diferencia con la campaña actual?

Y finalmente, llegamos al genésis de la historia de amor Male-Classique, su primer beso en pantalla. Un beso de 21 segundos rodeados de los neones de la sex-shops del barrio de Montmatre. Es que mejor que lo veáis vosotros mismos y juzguéis dónde quedan ese marinero sin miedo a su lado femenino y esa chica de rosa en contacto con su sexualidad. Con el paso de los años, los dos amantes van perdiendo fuelle, acercándose cada vez más a los roles de género tradicionales. ¿Es esto un reflejo del momento actual? ¿Habrá vuelta atrás?

PD. Para debates sobre Jean Paul Gaultier, el corsé, moda y feminismo, busquen libros sobre la vida y obra del enfant terrible. Gracias.

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